Robonomics and Ocean Protocol Monetización de datos de IoT y creación de un nuevo mercado de datos ciberfísicos

Es incuestionable que el futuro de la humanidad está lleno de máquinas, dispositivos de IoT y robots. Ya sean sensores, drones, robots asistentes, todos generarán abundantes cantidades de datos a través de sus actividades e interacciones con los humanos. Gran parte de los datos generados serán valiosos tanto para las personas como para las empresas.

Tómese unos minutos para imaginarse un futuro en el que podrá monetizar datos valiosos creados por sus dispositivos robóticos y convertirlos en una fuente de ingresos tokenizándolo en la cadena de bloques. O uno en el que su entorno doméstico automatizado pueda comprar o procesar datos útiles de forma autónoma para hacer su trabajo mejor y hacer su vida más conveniente.

Una colaboración entre Robonomics, una plataforma para que los desarrolladores e ingenieros conecten dispositivos compatibles con IoT y ROS a un dispositivo digital. Economy y Ocean Protocol, que permite monetizar cualquier tipo de datos, está creando un futuro en el que los datos de las máquinas se pueden monetizar automáticamente.

Mediante el uso de Robonomics, los dispositivos de IoT y los robots pueden convertirse en agentes económicos para las personas. En pocas palabras, pueden participar en obligaciones legales, comprar cosas e incluso participar en un mercado laboral abierto.

Como se mencionó anteriormente, una economía de robots produce naturalmente una gran cantidad de datos, aquí es donde entra Ocean. Robonomics aprovecha el protocolo Ocean y la creación de tokens de datos, un tipo de activo fundamentalmente nuevo, para descubrir nuevas vías y casos de uso para monetizar automáticamente los datos generados por robots y dispositivos de IoT.

Con una tendencia creciente de robótica y automatización en la vida cotidiana, ahora ya es Es posible ver con bastante facilidad las aplicaciones potenciales de dicha tecnología. Uno importante y demandado es la tokenización de datos ambientales obtenidos de un dispositivo, por ejemplo, un sensor o dron que mide la contaminación del suelo, el aire y el agua.

La capacidad de tokenizar y monetizar dichos datos ambientales permitirá la emergencia de nuevos mercados que giran en torno a conceptos de créditos de carbono y ciencia ciudadana. Si tenemos en cuenta el creciente interés en la contaminación, el respeto al medio ambiente y la gestión, entonces se puede atribuir bastante valor a estos datos. Y su valor solo seguirá creciendo.

Todos interactuamos con sistemas autónomos con bastante frecuencia en nuestra vida diaria, mientras que a menudo no le prestamos atención. Por ejemplo, es probable que todos hayamos estado en contacto con un agente robótico de servicio al cliente por teléfono o en línea. Hay datos valiosos en tales interacciones que podrían ser tokenizados para fines de marketing y relaciones con el consumidor.

A medida que la tendencia de la IoT y la participación de la robótica en nuestra vida diaria continúe creciendo, también lo harán los casos de uso para la tokenización de dichos datos. Imagine a robots camareros o trabajadores de servicios públicos y los datos de audio, visuales y cualquier otro dato que recopilen al ejecutar una tarea determinada, como atender o ayudar a un cliente. Si dicho camarero o trabajador robótico estuviera activo en la red Robonomics, sus datos podrían recopilarse y analizarse más con aprendizaje automático y varios algoritmos, tokenizarse y venderse a quienes los necesiten.

Los casos de uso presentados no son más que pero algo para pensar en lo que se puede lograr a través de la colaboración entre la Red de Robonomía y el Protocolo Oceánico. A medida que la IoT y los robots continúen proliferando, surgirán vías completamente nuevas para el uso de sus datos. Y ambos proyectos están marcando el comienzo de un nuevo mercado de datos ciberfísicos y estarán a la vanguardia del mismo.